"Man eat Man"

Se que no soy quien para dar lecciones de periodismo (a pesar de lo que señalé el otro día). Para ello existen profesores, correctores de estilo y lectores tocapelotas. El caso es que si algo he aprendido del "gran Mastín" en estos meses y no he dejado de ponerlo en práctica es aquella máxima de que "la noticia no es que el perro muerda al hombre, sino que el hombre muerda al perro". Esto me vino a la mente el domingo, cuando todos los periódicos deportivos (en sus ediciones digitales) titulaban con la frase de Rudy "puede que sea mi último partido con el Joventut".

¿Donde está la noticia? Que el segundo Rodolfo más famoso de España iba a marcharse tarde o temprano era un hecho seguro. ¿Por que nadie hizo referencia al "o puede que no" que seguía a dicha frase? La noticia está ahí, y para saberlo había que entrar a leer. Si me van a contar en la noticia que, después de ser mordido por el perro, el hombre se lanzó a por el can dimeló: ahí está la gracia de la noticia.

Ahora, todo cambia cuando se da aquella máxima de Thomas Hobbes: en ocasiones el hombre, "que es un lobo para el hombre", muerde a uno de sus congéneres. El periodismo canial, en el que las victimas sangran como aquel bastardo de "Sin City", entró en acción en la medianoche de ayer, cuando salió a la luz la nueva disputa Pepe-Pepu*. Es fácil hacer carnaza y pegarle un tubazo al "Emperador" porque Pepu prefiera quedarse callado. Es muy sencillo tomar la palabra de Sáez como una máxima, pero que cinco entrenadores dirijan a una selección en los últimos seis años me recuerda a la historia del hombre que va al médico y le cuenta que, se toque donde se toque, le duele. Nadie se ha parado a pensar que a lo mejor lo que ocurre es que tiene partido el dedo.

*: Recurso de la prensa que pasa del baloncesto para recordar menos nombres...