domingo, 18 de mayo de 2008

Sin Trampa$ ni cartón...



Total, que ayer le dieron viaje al Real Madrid tal como habíamos anticipado el viernes por la noche en "Basketaldia", de ahí que no es que disfrutemos porque se haya quedado fuera el equipo blanco, sino que sigue el Unicaja en la lucha por el título. El Barça también ha puesto la directa mientras que habrá que esperar hasta el martes a ver quienes acompañan a estos dos en semis.

¿Que será de este Real? Pues por lo pronto Pelekanos se tiene que pirar. Si-si, al heleno ya le están dando las de Villadiego o el pueblo que haya en Grecia para esas cosas. ¿Se viene abajo un equipo cuando cambia a sólo dos jugadores? No, un equipo se viene abajo cuando se encuentra a Sergio Scariolo, el hombre que podríamos equiparar al gran George Peppard. Me alegra que a este hombre los planes le salgan bien. A ver si escribo algo sobre él en TUBASKET ahora que se va del Unicaja.

Pero ese no era el motivo principal de esta entrada: ahora, con tanto debate sobre los bases de la selección (¿alguien se acuerda que hubo una época en la que iban Nacho Rodríguez, Carles Marco o Jaume Cómas?) empiezan a salir nombres. Quitando a Calderón (indiscutible para cualquiera), yo incluía a Cabezas y Sada, pero cada cual tiene sus nombres y favoritos. He oído a alguno que llegaba a hablar, después del buen año que ha cuajado el Pamesa, de Albert Oliver: y a mi me ha venido a la mente algo que pasó hace ya tres veranos.

Corría el año 2005, habíamos eliminado al Barça en primera ronda mientras yo me sacaba el título de socorrista y aparecían numerosos individuos en nuestra vida colegial. Pepu se marchaba, la guerra ya había llegado a su fín (o eso creíamos) y se llevaban a Miso a la "selección promesas" que jugaría los Juegos del Mediterraneo. Junto a el había muy buenos jugadores que luego acabaron destacando. Entre ellos, Juan Orenga y Joan Creus habían elegido a Albert Oliver.



¿Pero que pasó con Oliver? Que poco antes dio positivo en un control antidopaje por una sustancia llamada Finasteride, estimulante según el CSD y la FEB. Oliver y su club de aquel momento (el Manresa) salieron al paso hablando de que lo que lo había hecho saltar era un tratamiento contra la calvicie. Flipa: eso siempre me ha causado mucha gracia y creo que es una de las pocas anécdotas relacionadas con el basket que creo que provoca carcajadas a quien la cuentes. Nunca he hablado con Albert sobre el tema pero me gustaría ver como se tomó aquello. Por lo pronto, y ahí está la comparativa, le queda mucho mejor...

Por cierto, gracias a la baja de última hora de Oliver, entró a aquel equipo un chaval que en ese curso había destacado con el Ciudad de Huelva (ese año se quedaron a nada de subir frente al Fuenla), Sergio Sánchez.

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