Tengo las sensaciones que me pasaban por la cabeza cuando era peque, era 24 de diciembre y llegaban las 12 de la noche. De repente me hacían salir al patio a ver los fuegos artificiales y, al volver, aparecía aquella montaña de papel de colorines de la nada. Ahora ya se que Papa Noel no existe (
y menos en este mundo de los fichajes),
pero veo a todo el mundo contento ante esa pila de papel de colorines sabiendo que, debajo de tanto envoltorio, está eso que esperábamos.
Bienvenido, Albert. A ver si mañana podemos hablar contigo (atentos a la tarde).
PD: El gran Alvaro Martínez
nos habla del tema desde Valencia. Este es de los que no tiran flores porque sí, así que todo lo que figura debe ser cierto...
1 comentario:
ojalá sea así, un Digno sucesor de nachocho.
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